Miami, Florida, martes 31 de agosto del 2010 (Escribe Hugo Marino Romero) El Pastor Fernando A. Belliard antes de iniciar la prédica nocturna dominical tuvo un toque del Señor que lo quebrantó hondamente. Preocupó a los Pastores, al Diácono, ujieres y hermanos que presenciaban ese instante espiritual que se prolongó para luego al reaccionar decirnos que sintió que iba hacia arriba. “Deseo decirles que me agrada estar así”.

Continuó señalando: “Les traigo a ustedes esta noche una palabra. Hemos estado predicando lo que Dios ha querido. Juan 1:2… Esta mañana Dios trató algo muy personal con este pueblo”. El jueves traje una palabra sobre el temor. No debemos temer. Este domingo por la mañana el mensaje principal fue que Dios te había metido al lugar donde tú habías entrado. Hoy después de mi almuerzo, el Espíritu Santo me decía: “Todo lo que les has dicho es verdad”. Pero es necesario que en esta iglesia hoy se rompa la incredulidad.

Dios no está hablando de usted. Está hablando de un espíritu. Cuando ocurrió la transfiguración de Jesús en el monte alto marcó un evento en los discípulos. Se presentó un problema porque estaban tratando de echar fuera un demonio, bajaron y vieron lo que estaba pasando. Los discípulos no pudieron pero Jesucristo lo reprendió y salió el demonio del joven. Jesús les dijo que este género sale con ayuno y oración. Esto se refería a la incredulidad. 

“Cada día me preocupo por crecer en la palabra, tu crecimiento es la señal que tú estas madurando, no es que parezcan cristianos, muchos lo parecen. Tienes que dar una señal de madurez. Si Dios ha dicho que conquistemos, es necesario cancelar ese espíritu de incredulidad”, acotó. 

Esta noche tengo 3 citas bíblicas Juan 11:15 que menciona: «Y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él”. Juan 14:4 «Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino”. Y Juan 20:27 “Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente”.  

Estos tres relatos marcaron la incredulidad de Tomás. Esta palabra va a sellar el evento de subir al nivel de fe que el Espíritu Santo quiere que todos subamos. Para eso me trajiste. Declaro en el nombre de Jesús que esta noche, los incrédulos van a cambiar, se abrirá el cielo para esta congregación.

Sé que muchos han escuchado hablar de Tomás pero hoy quiero mostrarte como él aparece en las tres citas anteriores. El propósito de este mensaje es que aprendas que Dios no quiere que sigas caminando sin fe. Todo lo que oyes si no lo crees, está muerto espiritualmente. 

Todos los días hablamos de fe. Todos decimos que es la certeza de lo que no se ve. Una mañana en la madrugada estaba orando y el Espíritu me dijo la fe es la herramienta celestial que te estoy entregando en esta tierra para conquistar lo que es tuyo y está aquí.

En el primer relato en Juan 11:15, Jesús estaba con sus discípulos y le trajeron la noticia de Lázaro que estaba muerto. Jesús en vez de ir rápido, se quedo tranquilo predicando. Por eso digo que la persona que traiga malas noticias cuando tú estás orando, repréndelo.

Pasaron dos días, y Lázaro seguía muerto, estaban con Jesús los discípulos, entre ellos Tomás. El era incrédulo a pesar de estar acompañando al hombre que más fe tenía. Esto fue necesario que ocurriera para que hubiera una diferencia entre los que andan caminando creyendo y los que andan sin creer. 

Si lees detenidamente este pasaje bíblico, te das cuenta que andan buscando a Jesús para matarlo, y Tomás dijo: “Iremos contigo”. En el segundo relato, Jesús le dijo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino”. Tomás le dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?

El tercer relato dice que cuando Jesús resucitó se le apareció a los discípulos. Y cuando le contaron a Tomás que Jesús había resucitado este dijo: “Si yo no lo toco, no lo creo”. Transcurridos ocho días Jesucristo traspasó el aposento alto estando las puertas cerradas y Jesús le dijo a Tomás: “Toca mis manos, mi costado. No seas incrédulo. Se creyente”.

“Cada vez que Dios trae una fe especial divina a mi espíritu esta se mezcla con mi fe”. Muchos tienen fe, pero no creen que puedan lograr las cosas con esa fe.

Explicó la historia de una predicación en un pueblo y que comenzó a llover y el techo de zinc sonaba que no dejaba escuchar lo que él predicaba. Oró y pidió al Señor para que se detuviera la lluvia. Momentos después dejó de llover. Y una persona que estaba en silla de ruedas se levantó y comenzó a caminar y saltar. “No pude seguir predicando más. La gente salió apresuradamente, algunos comenzaron a hablar en lenguas”. Escuché al Espíritu Santo que me dijo: “Sabes porque te escucho, porque tú no me ordenas”, dijo. 

Hay mucha gente que cree en Dios. Pero cuando le da el desafío, no son capaces de alcanzarlo. La fe tiene dos elementos: un don y una aptitud. La fe es dada por Dios y la aptitud es la parte que muestras en ti. “Es decir, hay una parte divina y una parte humana”. Te pregunto: ¿Dios te encontró a ti o tú lo encontraste a Él?… muchos dicen que Dios lo encontró, pero el apóstol Felipe dice: “Hemos hallado al Mesías”… y Jesús respondió: “Encontré a Felipe”. Esto quiere decir que las dos son verdades.

La fe tiene un elemento sobrenatural que Dios impacta. Esa es la fe de Dios. Y hay también una fe humana. Cuando Jesús se dirigió a los apóstoles no era solamente para que creyeran en Él sino para que ellos puedan creerse en sí mismo.

Hay mensajes que van directamente a tu espíritu, a tu conciencia. Tú podrás entrar a la nueva iglesia si tú no lo crees. Dios nos escogió desde antes de la creación del mundo. Desde antes de que naciéramos. Desde antes de que te procrearan ya tú eras exitoso. Somos herederos de la promesa. Esa es nuestra posición en Cristo. Pero si no crees en esas promesas ¿quién eres? 

Habló con la Pastora visitante oriunda de Cuba, Dagmara Serrano y le dijo: “Sabe todo lo que han hablado de usted, pero cuanto más hablen Dios la va a usar”. Luego indicó: “Yo creo en Dios. Creo lo que ha hecho en mi vida. Soy un siervo de poder. Donde entran las tinieblas tienen que sujetarse obligadas y eso debe ocurrir con usted también”. El nombre de la iglesia de la Pastora Serrano es: “Centro Internacional Casa de Águila”, Hialeah.

El que no cree en sí mismo se convierte en una persona vaga, pesimista. Eso ocurre cuando nosotros no hacemos nada. Somos expertos poniendo excusas. El vago no tiene opción, desea pero nunca alcanza. Sabes cuál es la diferencia cuando aprendes a escuchar la voz de Dios. No te conformes con escucharme. Tienes que decir: “Quiero tener experiencia como la que tiene este hombre”. Cada vez que tú creas en Dios, Él te va a usar. 

La fe se trasmite, es una herramienta. Se la da al que Dios desea dársela. Hay que propagar las expectativas. Ministro fe. Cada vez que me veas predicando en esta iglesia, no mires mi traje, ni mi corbata ni zapatos. Tienes que decir: “Déjame oír lo que este hombre está diciendo. Déjame ver si es verdad lo que él está diciendo para que se haga vida en mi vida”.

La fe de Dios es un don divino y viene por la palabra que hace crecer la fe de nosotros, pero la fe en mi persona, alguien me la tiene que impartir. Lo que estoy predicando tengo que vivirlo. Dios no calcula. Dios da. Te estoy dando una palabra y aunque todavía no se ha logrado el otro que está escuchando tiene que esperarla. Tu amigo en Cristo es el que te crea expectativas de vida. El que te levanta la fe. El que te presiona para que tú creas. Es el que te empuja para que tú des el paso. Mucha gente está huérfana de fe en sí mismo y tendrán conductas conforme al nivel de expectativas.

Esta es una iglesia que Dios libera, sana, prospera. Que trae victoria. Dios dijo: “En mi nombre harán proezas. Cosas maravillosas mayores harán que las que yo hice”. Lo que tú confiesas con tus lágrimas, entonces vas a mantenerlo delante de la presencia de Dios. “Iglesia, lo que Dios te habla es lo que tienes que empezar a hablar”, exclamó. 

Me despido esta noche sabiendo que Dios me trajo justo en el momento en que Él quería que yo viniera. De inmediato explicó la transfiguración que tuvo antes del inicio del culto y mencionó que el Señor le decía: “Lo que yo quiero es que me crean”. Si usted está leyendo estás líneas recuerde: “Dios desea que crean en Él”.

Explicó que: “El Espíritu Santo le mostró gente de la iglesia y le decía… llámalos”… Luego entonó una canción y comenzó a ungir en el nombre de Dios a varios hermanos mientras se escuchaba… “Esto huele a gloria… Pude alcanzar al fin mis esperanzas… Anhelaba yo estar contigo… Dime en que cielo estoy, Jesús mi amigo”… El Pastor y Dr. Fernando Belliard finalizó ministrando y dejando bendición para todos los miembros de Ministerios El Buen Pastor Internacional. Este martes en horas de la mañana retornaba a la República Dominicana a seguir dirigiendo el Centro Cristiano Internacional Global.